Situada en la isla de Waiheke, en Nueva Zelanda, y con vistas a la bahía de Owhanake, tenemos en esta preciosa casa, un lugar inmejorable en el que relajarnos rodeado de la naturaleza, oyendo el ruido suave del mar y contemplando sus magníficas vistas.
Con un diseño distribuido en una única planta de fácil acceso y sin escaleras, tenemos una casa en la que predomina la madera como material tanto en interior como en exterior y que nos invita a relajarnos desde el primer momento.
Esta casa, ganadora de dos premios locales Nzia en 2011, en arquitectura residencial y arquitectura sostenible, se pensó desde un principio como un edificio sostenible e íntimamente ligado al medio ambiente, donde entrara la luz del sol y se pudiera respirar cierto aire de libertad y conjunción con la naturaleza.
El diseño, que divide la casa en tres pabellones unidos por pasillos y con el suelo poco más elevado que el suelo natural, nos indica que no tiene tiene una cimentación muy profunda, sólo la necesaria e imprescindible para esa función, siguiendo y continuando las líneas que la naturaleza misma nos proporcionaba.
En este lugar se respira un estilo que recuerda, en muchas ocasiones, a las casas orientales o asiáticas, sobretodo por su disposición y apertura al exterior, pero en ella se ha empleado mobiliario de estilo moderno que encaja a la perfección.
La casa posee, a parte de la cocina, sala de estar y salón en una misma zona y abierto al exterior, dos zonas de baño, una que podríamos denominar como baño principal y otra, como spa.
Fotos vía: sgaltd
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